La despensa gallega del mar, un baluarte en la dieta atlántica

Galicia ostenta el segundo puesto en población con mayor esperanza de vida de España, en parte gracias al consumo de las más de 300 especies diferentes de productos del mar, que ponen en el mercado sus más de 60 lonjas

Galicia tiene en el mar una gran despensa de productos de la máxima calidad, de reconocido prestigio a nivel mundial y muy demandados en distintos puntos del planeta. Sin embargo, los precios que alcanzan algunos de esos pescados y mariscos en primera venta tienen margen de mejora y tanto las organizaciones sectoriales como las distintas administraciones trabajan desde hace años en numerosas acciones de promoción para que estos productos alcancen las cotizaciones que se merecen por su calidad.

El sector marítimo-pesquero gallego tiene como un mantra el lema “pescar bien para vender mejor” y la labor realizada en los últimos tiempos parece empezar a dar sus frutos: el precio medio de las ventas en las lonjas de Galicia marcó en 2021 máximos históricos al superar los tres euros el kilo.

Este registro supone un importante hito para una comunidad que cuenta con más de 60 lonjas en las que se comercializan más de 300 especies diferentes, desde pescados hasta mariscos pasando por crustáceos, algas o equinodermos. Esos productos, a los que se añaden los procedentes de la acuicultura, como el mejillón, son los que después llegan a los mercados de toda España y de otros puntos del mundo y que sirven para elaborar los platos más innovadores y sabrosos en los restaurantes más prestigiosos.

La promoción de los productos del mar ha permitido mejorar sus precios, pero los distintos actores de la cadena mar-industria de Galicia no se conforman con los resultados obtenidos y siguen trabajando con ahínco en esa estrategia de valorización para hacer frente a los retos globales actuales. Esa labor es fundamental para que los pescadores vean compensados en sus ingresos los esfuerzos realizados ante dificultades como el encarecimiento constante de los precios de la energía -principalmente el gasóleo- así como de otras materias primas como consecuencia de la guerra en Ucrania.

Por ello, las organizaciones de productores pesqueros y la propia Xunta, a través de la Consellería do Mar, están reforzando sus acciones de promoción de los productos del mar con el objetivo de contribuir a mejorar los ingresos del sector y hacer frente a esas dificultades que se presentan en el desarrollo de la actividad.

El Ejecutivo gallego puso en marcha hace justo un año la campaña Galicia sabe amar para poner en valor los productos del mar y agradecer al mismo tiempo el esfuerzo realizado por los pescadores gallegos para poner a disposición de los consumidores múltiples alimentos de la máxima calidad. Esta estrategia amplia -que engloba otras acciones puntuales dirigidas a los escolares o a la generación millennial– dio continuidad a la iniciativa puesta en marcha en 2020 coincidiendo con la alerta sanitaria por el coronavirus Compra producto fresco del mar. Estamos en el mismo barco, que pretendía agradecer el esfuerzo realizado por la flota pese a las dificultades. En esos meses el sector pesquero, que fue declarado esencial, siguió faenando a pesar de que en muchas ocasiones no le era rentable para suministrar alimentos de calidad a la ciudadanía.

A estas campañas más genéricas impulsadas por la Xunta se suman otras específicas de producto, tanto del sector como de la Administración, en las que se ponen en valor recursos como la merluza, el bonito del norte, la centolla, el pulpo, los mariscos o el mejillón, entre otros muchos. En esa promoción también se incluyen los productos elaborados, como son las conservas o congelados, que cuentan con importantes campañas para impulsar su consumo y sus precios.

Con todo este trabajo, Galicia aspira a que los profesionales del mar cuenten con ingresos dignos y que la actividad pueda perpetuarse en el futuro haciéndose atractiva para las nuevas generaciones. La finalidad es que los jóvenes vean que el sector marítimo-pesquero es una buena opción profesional y que la comunidad mantenga su papel de referente español y europeo en la producción y comercialización de productos del mar.

Una opción saludable   

Esas campañas de promoción para impulsar los precios de los productos del mar inciden en que consumir este tipo de alimentos es una de las mejores inversiones que se puede hacer como sociedad, al contribuir a mejorar la salud y ahorrar en gasto sanitario al mismo tiempo que se fomenta la sostenibilidad y la economía, especialmente la local.

Al adquirir pescados y mariscos frescos o cualquiera de los productos transformados o acuícolas de esta proteína marina no solo se están fomentando unos mejores hábitos de vida sino también el trabajo de todas aquellas mujeres y hombres que cada día salen al mar para que este nutritivo recurso no falte en ninguna mesa.

Un gesto que apoya a profesionales de un sector que en Galicia cuenta con un gran peso dado que el 91% de las actividades económicas de la comunidad están relacionadas con la pesca y la cadena mar-industria. De hecho, las exportaciones gallegas de productos del mar superaron el pasado año los 2.400 millones de euros, situándose la comunidad como la décima exportadora mundial de este tipo de alimentos.

Las más de 60 lonjas gallegas existentes en Galicia subastan una gran variedad de pescados, mariscos, crustáceos, algas o equinodermos que ponen a disposición del consumidor un gran abanico de posibilidades para llevar a su hogar cada día y poder cumplir con las recomendaciones sanitarias de consumir, como mínimo, tres o cuatro raciones de esta proteína a la semana.

Y los gallegos predican con el ejemplo pues la dieta atlántica tiene en el pescado uno de sus grandes pilares, lo que contribuye a la longevidad de sus ciudadanos. De hecho, Galicia ostenta el segundo puesto en población con mayor esperanza de vida de España.

Fuente de Omega-3, vitaminas D y B, hierro, potasio, yodo, calcio…, los pescados y mariscos son alimentos con importantes valores nutricionales y con una huella de carbono de las más bajas entre los productos que hay disponibles en el mercado.

Por eso el consumidor actual encuentra en el sector extractivo y la industria transformadora la confianza necesaria a la hora de obtener un producto de calidad, respetuoso con su entorno y, a su vez, generador de un gran número de empleos. Solo la cadena mar-industria gallega da trabajo directamente a 40.000 personas.

Es por eso que la Administración gallega y el sector trabajan de la mano para promocionar la excelencia de la proteína marina y poner en valor todo el trabajo que hay detrás de cada ejemplar que llega al mercado para conseguir mejores precios y difundir los beneficios de este tipo de productos. Esa estrategia parece que ya está dando sus frutos pues.

 El pescado como asignatura pendiente

Perder el miedo a comprar y cocinar pescado es uno de los retos que existen a día de hoy entre la población más joven. Por eso iniciativas como Vai de peixe, impulsada por la Xunta de Galicia, pretenden acercar el producto a los conocidos como millennials y generación Z –aquellas personas con edades comprendidas entre los 18 y los 35 años– para ayudarles a crear hábitos de vida saludables.

El objetivo de esta iniciativa, pionera a nivel nacional, no es otro que revertir la pirámide de consumo para que, de forma paulatina, sea la juventud la que se sitúe en la cima de esa pirámide.

Las redes sociales se convierten así en el canal perfecto para acercarse a este segmento de la población y hacerle ver la versatilidad de los productos del mar a través de recetas rápidas y fáciles elaboradas por reconocidos influencers con los que los jóvenes pueden empatizar.

De hecho, un simple clic permite descubrir la infinidad de posibilidades que puede tener un mismo producto y experimentar nuevas texturas y sabores.